25 junio 2009

DE POLÍTICA

Alfredo Salgado Barajas
La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez.

La política es una adicción más fuerte que cualquier droga. El que la prueba difícilmente la deja, aunque le maten a sus hijos. Les pongo dos ejemplos: El primero, el papá de Luis Donaldo Colosio Murrieta, que sabiendo que su partido, el PRI, asesinó a su hijo por ordenes de Carlos Salinas de Gortari, y después el mismo partido lo hace senador de la República. Es de no pasarse a creer. El segundo, Alejandro Martí, que por andar haciendo política a favor de Peña nieto, ya se le olvidó el secuestro y asesinato de su hijo y que esa asociación ciudadana ya es plena campaña.
En lugar de difundir por todo el mundo lo que realmente esta sucediendo en nuestro país, con tanta violencia, muchos prefieren esta droga llamada política que seguramente es más sabrosa que la otra… ¿Será porque dura más el efecto?