11 mayo 2011

“Los políticos también deben limpiar sus culpas"

Este es el inicio de un México que esta hasta la madre con la política del presidente Felipe calderón pues a el que le preocupa si tiene a todo el ejercito y todas la policías cuidándolo así hasta mi abuelita si viviera y tuviera patines ganaría el 1° lugar en la pista de la cd de México

Mientras los políticos estén temblando está bien, cuando los ciudadanos seamos los que temblemos entonces hay que preocuparnos, dice Javier Sicilia a sus compañeros de la Marcha Nacional por la Paz minutos antes de comenzar la segunda jornada que los llevará al zócalo de la ciudad de México.

Los pasos de los manifestantes son ahora rápidos y decididos. El ánimo se renovó. Aunque en apariencia nada ha cambiado, este movimiento es más compacto, unos y otros saben de su dolor y de sus esperanzas. Por eso este día que enfrenta las amenazas de “políticos arribistas” que quieren agregarse, denuncian, serán determinantes.

El comunicado del presidente Felipe Calderón saludando la marcha como una expresión ciudadana detonó el debate y la indignación la noche del jueves, en la primera parada. Los manifestantes coinciden en que no bastan las palabras, y que se necesitan compromisos y hechos.

“Yo creo que se volvió sensible. Está viendo que lo que llevamos a cuestas en este silencio es importante y que la movilización será grande en la ciudad de México. Sólo así empiezan a oír, por desgracia tenemos que llegar a que miles dejen sus trabajos y su vida para hacer entender a estos seres humanos que ganan salarios inmensos pagados por nosotros mismos”, asegura Sicilia mientras avanza la caravana.

“Los reclamos ciudadanos también van para los políticos y los partidos. Así como exhortan al presidente a reconocer las expresiones ciudadanas ellos tienen que hacer su autoexhorto. Aquí nadie está libre de culpa. Si quieren ir a echarse la culpa unos a otros se equivocan. Toda la clase política es muy responsable y también los ciudadanos, porque no hemos exigido”.

“Los políticos también tienen que limpiar sus privilegios, sus tranzas y sus delincuencias que nos quieren hacer pasar como ejercicios democráticos y ciudadanos. Estos políticos son unos descarados. Se han arrogado privilegios porque ellos mismos son los que se ponen los salarios. Y tenemos que salir a recordarles cuál es su trabajo y su función”, sentencia Sicilia.

A diferencia del jueves, ni una patrulla custodiaba la marcha en su paso por la autopista; ayer, patrullas de la Policía Federal escoltaron la marcha desde su salida hasta la entrada a la capital del país, lo que también significó que esta marcha va cambiando, ya no es tan solitaria como cuando salió de Morelos.

“Acción mediática de Ebrard”

Al entrar a la ciudad de México, el gobierno del Distrito Federal puso en marcha un operativo vial con decenas de policías de tránsito, que para los manifestantes no fue más que una acción mediática de Marcelo Ebrard.

“Ahora resulta que los que encabezan la marcha son los policías del DF, pues si estamos marchando para que haya menos policías”, reclamaron los manifestantes. Entonces se frenaron, hasta que se quitaron de enfrente y se colocaron en un costado para obstruir un carril más de la autopista.

A un par de kilómetros adelante un grupo de personas con camisetas del PRD busca agregarse a la marcha. Los manifestantes se frenan de nuevo. “O se quitan sus camisetas o se las voltean o que se vayan. Esta marcha es ciudadana, no es para los políticos”, se escucha en un altavoz.

“Los políticos deben ser ahora respetuosos, si ellos quieren agregarse son libres, pero deben de respetar, de guardar silencio y de escuchar lo que la ciudadanía tiene que reclamarles. Ya les hemos aguantado mucho, ahora deben escuchar”, asegura Sicilia.

Durante las paradas de descanso, ya en el Distrito Federal, los jaloneos entre autoridades son constantes. Policías federales y capitalinos se desviven por servir y proteger esta marcha. Encargados de la Oficina de Enlace de la SSP se presentan ante los organizadores, afables y sumisos. “Ustedes díganos todo lo que necesitan, estamos para servirles”, dice el enviado.

Desde ayer, personal de la delegación Tlalpan presionaba para que fueran autoridades de la demarcación las que recibieran la marcha. Los organizadores lo rechazaron. Aún así, a minutos de llegar a Topilejo el jaloneo continúa.

La Marcha Nacional por la Paz es recibida con tambora, vuela confeti y pétalos de flores. Como en campañas al estilo priísta. Una vez en el mitin de nuevo la sociedad civil se defiende de los “políticos arribistas”. El micrófono no se le cederá a quien tenga que ver con partidos políticos. Más de uno en el templete se queda con las ganas.

“Vamos a luchar por la paz”

Al final del mitin leen una carta de la sociedad civil, que recuerda la injusticia y el dolor de perder a un familiar ante la violencia en México. “No vamos a ser cómplices y vamos a dar todo nuestro tiempo para cambiar esto y luchar por la paz”, remata. El texto hace llorar a decenas de asistentes.

Esta marcha está llena de dolor. Son muchos los casos de familiares de víctimas. No son todas las historias de la violencia en México, de los más de 30 mil muertos ni de todos los desaparecidos. Pero aún así son muchos heraldos negros. Están los padres de la Guardería ABC, los homicidios en contra de la familia Reyes Salazar, de Marisela Escobedo, pero también los de París, del Vaquero Galáctico, de Marlene, de Pablo Chilian…

Sus familiares no soportan, toman el micrófono y alzan la voz, gritan su dolor, su indignación y piden que esto sea una luz que les ayude a recuperar un poco de lo mucho que han perdido. “No sé qué vaya a hacer Calderón. Yo creo que es un hombre sensible, espero, y que deje hablar más su corazón que su ideología, más al hombre que al presidente. Sólo así creo que va a encontrar un buen camino.

“A la ciudadanía le diría que salga, que no tenga miedo, que conquistemos nuestro lugar que es el espacio público y la unión, la unión de los corazones y la dignidad. La gente debe aprender que juntos somos más fuertes que cualquiera de nosotros solos”, reflexionaba el poeta y activista Javier Sicilia, cuando casi la marcha apenas arrancaba esta segunda jornada. El contingente duerme en Topilejo y aguarda para llegar a Ciudad Universitaria.